El último año ha cambiado más mí vida que los veinticuatro anteriores unidos, consolide completamente el giro de mi carrera desde negocios hacía tech dando un salto al vacío o mejor dicho hacia una extraña brecha que aun no termino de entender, me convertí en abstemio, cambie los kpi de mi vida y ahora sólo visto camisas blancas o negras.
Aunque este último aspecto parezca menos relevante que los primeros, cada día estoy más convencido del poder que este micro hábito desencadenó en mi vida. Sin embargo para poder explicar el motivo que me llevó a este cambio vale la pena rescatar el evento que me llevó a escribir el presente blog buscando significar un hábito que a mi modo de ver simplifico mis días.
La semana pasada estando en la casa de los padres de Clara descubrí que había agotado mi reserva de camisetas negras y sentí por primera vez en más de cinco meses la necesidad de tomar una decisión acerca de qué camiseta usar, como si fuera poco debía pensar también en el hecho de que esta debía combinar o por lo menos no desentonar tanto con los compromisos laborales que tenía durante el día.
Y es que a mi modo de analizar el hábito, usar solo camisetas negras o camisas blancas según la ocasión amerite me ahorró una decisión diaria que en caso de requerir tan solo cinco minutos en los últimos cinco meses me permitió disfrutar doce horas de vida adicionales que perfectamente pudieron estar destinados a escoger qué usar.
En este preciso punto es donde vale la pena aclarar que el gusto por no tomar decisiones cotidianas no es nuevo en mí, desde pequeño me fastidiaba tomar decisiones repetitivas.
Me generaba cansancio el solo pensar que cuadernos debía incluir en mi maleta a diario esto me conducía a evitar el proceso de decisión y optar por llevar todos los cuadernos cada día de la semana a pesar de la satisfacción que el mi sistema me generaba no era una satisfacción compartida con mis maestros quienes notaban que dejaba continuamente afuera las necesidades ocasionales típicas del colegio, ya que evidentemente no tocaba usualmente mi maleta fuera de clase.
Desde esos momentos hasta hoy día sin saber experimentaba lo que ahora se que tiene un nombre el cual es: ¨Fatiga de decisión¨ palabras menos esta fatiga se produce de tomar decisiones repetitivas continuamente generando que una vez ocasionada la fatiga probablemente el resto de decisiones sean tomadas en piloto automático.
Todo esto me llevó a convencerme firmemente que las decisiones en mi día deben ser muy pocas para poder ser consideradas de la mejor manera posible es decir cada aspecto dicho aspecto de simplicidad ha permeado otros aspectos .
Esto sumado a que en algún lado leí no recuerdo donde (si usted lo sabe podría escribirme a me@jhonyblanco.com y le estaría eternamente agradecido), volviendo en ese lugar olvidado leí que tenemos un número limitado de buenas decisiones al día y elegir aspectos rutinarios nos va cansando esto es razonable junto a esto es ampliamente conocido que conforme pasa el día nuestros niveles de energía bajan por eso siempre recomiendo tráguese ese sapo el cuál aborda este tema de mejor forma.
En otra ocasión escuché a Diego Ruzzarin CEO de foodlosofia decir que se consideraba así mismo como una máquina en su empresa y había optimizado procesos para que solo él fuera consultado en caso de ser necesario me pareció una locura aún hoy es uno de mis nortes laborales.
Sumado a estos argumentos descubrí el movimiento lifehacks y leí también acerca del por qué zuckerberg, Roberto MTZ, Steve Jobs entre otros no deciden qué ropa usar a diario prefieren guardar sus decisiones para aspectos cruciales además si te detienes a pensarlo casi siempre solo uno es quien piensa como se viste raramente las personas recuerdan estos aspectos y por ende prefiero ser recordado por otros aportes que a mi modo de ver son más relevantes.
Todos estos argumentos me llevaron a tomar una decisión en firme junto a mi problema personal con las decisiones me llevaron a experimentar muchos hacks y entre estos el que hoy día les traigo al blog él solo usar dos tonos para vestir.
Comencé un proceso para reemplazo de ropa por camisetas y camisas monocromáticas muy a dolor de mi mamá quien siempre considera que ya tengo suficientes camisetas negras y camisas blancas pero por lo pronto es algo que me hace sentir bien.
Considero que esto me ayuda más a concentrarme más en la cuestión de fondo y no tanto en la forma, lo veo como una forma de escapar un poco de la vanidad junto a afeitar mi cabeza.
En fin por lo pronto creo que seguiré por esta senda de simplicidad y hasta nueva orden mantendré este hábito es más lo invito a probarlo pero si lo hace no olvide contactar para contarme cómo fue su experiencia estaré enormemente feliz de leerlo.